🌟 Familiares y amigos se congregaron en una sentida ceremonia en Goya para rendir tributo a Carlos María Robledo, joven de tan solo 23 años que perdió trágicamente la vida en un accidente. La intersección de las calles Mariano I. Loza y Bartolomé Mitre, frente a la Escuela Normal de Goya, fue el escenario escogido para recordar su memoria.
🌟 El acto, cargado de emotividad, contó con la presencia de miembros de la ONG Estrellas Amarillas, quienes se sumaron al homenaje en honor a Carlos María. Esta organización, dedicada a la concientización y promoción del cumplimiento de las normas de tránsito, acompañó a la familia del joven en este día tan significativo.
🌟 Para la familia del "Chino", como cariñosamente era conocido Carlos María, y para aquellos que lo amaban, este gesto de recordarlo en el lugar donde ocurrió el fatídico accidente tuvo un profundo significado. La intersección de Mariano I. Loza y Bartolomé Mitre se convirtió en un símbolo de su memoria, donde el dolor se entremezcló con el amor y los recuerdos.
🌟 Entre los asistentes, se destacó la presencia de Viviana Canaparro, referente local de Estrellas Amarillas, quien brindó su apoyo incondicional a la familia en este difícil momento. Su compromiso con la concientización sobre la importancia de la seguridad vial fue fundamental para hacer posible este sentido homenaje.
🌟 La colaboración de la Dirección Municipal de Tránsito, que dispuso la presencia de inspectores durante el evento, fue fundamental para garantizar el desarrollo del homenaje en un ambiente seguro y ordenado. Asimismo, se agradeció el gesto solidario de la familia Cespedes, que contribuyó con la donación de la pintura necesaria para el repintado de la estrella amarilla que honra la memoria de Carlos María y de todas las víctimas de siniestros viales.
🌟 En medio del dolor por la pérdida de un ser querido, este homenaje permitió que la comunidad de Goya se uniera en un gesto de solidaridad y reflexión sobre la importancia de la seguridad en las vías de tránsito. La memoria de Carlos María Robledo seguirá viva en cada estrella amarilla que brille en las calles, recordándonos la necesidad de conducir con responsabilidad y respeto por la vida.